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martes, 15 de marzo de 2011

El Cisne Negro: Natalie Portman Despliega Sus Alas.


El Cisne Negro me ha parecido una película realmente sublime.

En primer lugar porque ha conseguido mantenerme en tensión desde el primer minuto hasta el final. En ella, Amorofsky consigue, con gran maestría, transmitirnos, a través de Natalie Portman y del resto del reparto, la angustia, la presión, y la tensión constante a la que están sometidos los bailarines, y las bailarinas, profesionales, especialmente en un mundo tan cerrado como es el del Ballet Clásico, y enseñarnos, a través de los diálogos y de los comportamientos descritos escena tras escena, que este Arte es, además, una dura forma de vida, la cual muchas personas no saben llevar.

En segundo lugar por la banda sonora de Clint Mansell que acompaña a la película, la cual está basada en la música original de El Lago De Los Cisnes. Sin embargo, si bien los acordes de Tchaikovsky nos acompañan tanto en el escenario como en el resto de las escenas, el toque enfermizo, y paranoico, añadido por Mansell hace que, al igual que le ocurre al cuerpo de baile, nosotros sintamos también que estamos girando, y girando, sin cesar en nuestra butaca.

Y en tercer lugar por los actores, los cuales, a través de sus magníficas interpretaciones, han conseguido que la película llegue a ser lo que es. Wynona Rider, en su papel de antigua diva, nos da un amargo ejemplo de lo pronto que se marchitan las flores en el jardín de la danza clásica, mientras que Cassel, y Kunis, son una parte clave para hacer de El Cisne Negro algo genial.

Pero la guinda del pastel es, sin duda alguna, Natalie Portman. Esta actriz clava a la perfección el papel de una joven frágil y delicada a la que le resulta prácticamente imposible rasgar el velo de plomo que le separa de su "otro yo", algo totalmente necesario si quiere conseguir lo que más desea. Pero dicha actriz es, además, capaz de lanzarnos de lleno a la psique de su personaje, haciéndonos sentir lo que Nina siente, y compartiendo con nosotros la carga, el agobio, la angustia, y, en ocasiones, el puro terror que ella está experimentando. La lucha constante entre el Cisne Blanco y el Cisne Negro, la lucha de la bailarina consigo misma, viene acompañada por todo un abanico de matices, en muchos casos claros como el agua, y en muchos otros casos altamente sutiles. No me extraña que a Natalie Portman le concedieran el Oscar a la mejor actriz.

Hacía mucho tiempo que no salía tan encantado de una película, por lo que tengo que recomendar encarecidamente que vayáis al cine a verla sin más tardar.

4 comentarios:

  1. Gran obra! Solo una palabra: Bravísima!!
    Me encantó! Con la bata puesta o sin ella, es una PELÍCULA con mayúsculas! Una de las esdrújulas, y bien merecida!
    Actuación, maquillaje, coreografía, guión, adaptación...todo es perfecto! Sobre todo el gran guiño y honor a la psicología! Un lujazo del cine actual! Natalie, como siempre, preciosa...
    Y lo mejor, salir completamente hipnotizados, pero de la mano.
    Ich liebe dich!!

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  2. Humm, yo no la recomendaría tanto... reconozco que es una buena peli y que la Portman está genial, pero a mí su atmósfera no me generó nada bueno... De todos modos supongo que se debió a mi estado anímico... que aún me estaba sufriendo las consecuencias de "127 horas".

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  3. Rassel, amor mío, me alegro muchísimo de que la película te haya gustado tanto como a mí. Fue un auténtico placer el haber podido disfrutarla contigo.

    ¡¡¡Ai Shiteru!!!.

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  4. Neovallense, siento muchísimo que la película no te haya atraido demasiado, debido quizá, a como tú dices, a tu estado anímico tras visionar "127 horas".

    Espero que puedas volver a verla una segunda vez, y que después tengas una diferente opinión sobre ella.

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